martes, septiembre 05, 2006

Morir a los 27


Puta, mi idea era “reeditar” un viejo artículo que cada vez que lo leía, me cagaba de la risa. Pero se me perdió.

Este solo hecho demuestra lo volado que ando. Volado en el buen sentido, obvio…ya nada de disipadores de conciencia…(já –ni yo me la creo). Con la cabeza en cualquier lado, menos en las weas que importan.

¿Por qué les digo esto?

Porque en los últimos días (semanas, tirado pa meses), he vuelto a ser un pendejo. Nada o poco queda del prospecto de hombre “maduro”, de corbata y camisa y trabajo bien remunerado que insinuó sentar cabeza el año pasado…Rockero pero con la barba bien afeitada, pelo corto y zapatos Guante reemplazando las viejas lonas Converse. Así era.

Pero como que de un tiempo a otro, se me fueron a la mierda las convenciones, los credos, las certezas, y mi edad mental –que harto había progresado- volvió a los 15, como cada cierto tiempo amenaza. Nuevamente volví a alucinar con morir a los 27 (como Kurt, o la Janis, o Jim, o Jimmy), retomé las franelas desgastadas y la billetera volvió a vaciarse antes de lo necesario. Las chelas reemplazaron al ron Barceló, el pendrive volvió a llenarse con éxitos del tipo “Good” (Better than Ezra) o “Stay” (Lisa Loeb), mandando a mis queridos Strokes, Killers, FF, Postal Service y Shins al fondo del PC.

Pero la cosa es que me propuse volver a esto de los blogs (Pa’ variar vendiendo la pomada de nuevo, me dirán). Aunque no me crean, quiero volver a esta catarsis, de escribir y liberarme, ser yo, volar, sincerarme con las palabras. De intercambiar conceptos e ideas con gentes Cléber, interesantes y pelacables como uno.

Mucho periodismo hasta ahora me ha ido cortando las alas, la risa y otras cosas. Las neuronas me hierven en la cabeza pidiéndome que vuelva a ser como antes, inventando weás de la nada, metiéndome en cuanto proyecto se me ocurriera o saliendo a bailar solo con viejas en el Cinzano. O por último haciendo “jackass” en las escaleras de algún mirador porteño.

“Un apostolado”, dijeron por ahí que era el periodismo. Claro que nadie dijo que había que estar en una oficina de lunes a sábado, de 9 a 21 y ganando una mierda.

Pero así las cosas, sigo siendo feliz, o al menos estando piola. Un apóstol, en el fondo.


Lindo prospecto: 26 años, vestido como de 20, pensando como de 15, ganando como de 10 y escribiendo puras weas como de 8.


Como sea, me tienen de vuelta, para no desaparecer.

Promesa.

4 comentarios:

Flor dijo...

Bueno, espero que se cumpla... por el año que te resta de vida, jajajajajaja.
Besos

PD: Sobre el periodismo y las ganas de escribir, por lo mismo inicié el blog... para no matar las ganas. Espero que sea tan liberador para ti como lo ha sido para mí.

Isa dijo...

Siempre he pensado que nunca hay que botar las zapatillas. Puedes tenerlas gurdadas en algún rincón, pero siempre hay que saber que están ahí.
Y cuando te sientes ahogad@ o estancad@, simplemente te las vuelves a poner y sales corriendo.

Buen blog, volveré por aquí

Saludos

Isa

bufonazo dijo...

Yo no uso zapatos... excepto cuando me pongo el traje (teloencaje).... loco igual que flower yo empecé con los cuentos en Culturalibre.cl por lo mismo, el periodismo te corta la imaginación de escribir pelotudeces... y acá uno es libre de escribir como le de la gana, del tema que le dé la gana...

Ey! yo el año pasado cumpli 27 y siempre he dicho que era mi momento para morir... (libro, titulado, programa de Tv...) era un exito...jajaja ahora me dedico a viajar para el próximo año volver con tutti...

un abrazo y suerte

¿te comunicate con la escritora?

Anónimo dijo...

Y bueno, desata las alas y largate a volar y deja fluir lo q quieras decir...
Desencaja de lo q se supone es perfecto para volver a ser vos mismo..
gracias x pasar al blog, se le agradece...